lunes, 16 de diciembre de 2013

Relación de sentimientos a desear

Hay mucha gente que le tiene miedo a los sentimientos. No hay que tenerle miedo a los sentimientos. Los sentimientos molan. Y molan bastante. Y te hacen hacer cosas de las que luego te sientes bien. Aunque sea solo un rato.

Los sentimientos te llevan a sitios a los que no llegarías por ti mismo sin ellos. Son los líderes silenciosos. Son las fuerzas especiales de las conquistas. No tienen miedo y van por delante abriendo el camino. 



También puedes añadir a eso los destilados y las conquistas amatorias. Y serás grande. 

Todo el mundo tiene sentimientos, unos mejores que otros, incluso hay gente que tiene feeling, pero eso es una mariconada. Es kk, vale de poca cosa.

Me dispongo a relatar cuales son los mejores sentimientos, los que mejor te hacen sentir y los que te hacen molar a tope. Mis favoritos. Los que amo tener entre mis vísceras.


1. Odio
    El odio es el sentimiento más bonito de todos. Nada une más a dos personas que una buena dosis de odio profundo, irracional y visceral a una misma persona, animal o cosa. Sobre todo a personas. Madre mía la de amigos que se hacen odiando a una misma persona. El odio no separa, el odio te une. El odio es bonito. Te ayuda a conocer gente a la que jamás conocerías si no odiases a ese alguien tan odioso. Es magnífico.

2. Sueño
    El sueño mola un puñao. Y además descansa, reconforta, te da pie a esas siestas cochinas con esa que turba tu sueño y, lo mejor de todo, te ayuda a levantarte de mala hostia, a levantarte odiando. Empiezas el día con ganas de hacer amigos. Y además no cuesta, lo puedes hacer en tu casa, en clase, en el trabajo, en el bus, en el coche. Es maravilloso. Algo muy a tener en cuenta. Sentimiento peculiar allá donde los haya.


3. Sed
    Ojó entendamos la sed en el sentido estricto de la palabra. Tienes polidipsia. La sed nocturna. La sed si que te lleva a sitios cojonudos. A unos sitios y unos mundos que no conocerás sin sed. Todo es más lento, más bonito, más moldeable. Y más fácil. Mucho más fácil.
    Pero hay que tener cuidado cuando has aplacado la sed y al día siguiente vuelves a tener sed. Esa sed es de las malas y sobre todo, en esa sed tienes que intentar focalizar tus esfuerzos en NADA. Pensar es malo. No pienses que solo trae problemas.

4. Hambre
    Este es uno de mis favoritos. Básicamente por que es el sentimiento que más he experimentado a lo largo de mi vida. Lo noto día a día. Hora a hora casi. Comer hasta estallar, hasta que no te puedas ni mover, hasta que se te nubla la vista y lo único que deseas es satisfacer el sentimiento del sueño. Ahí es cuando sabes que lo has hecho bien. Borracho de comer.
    Además el hambre no es poco de pavo, es un sentimiento muy sibarita, solo se sacia con cosas ricas, no vale cualquier milonga para ponerle fin. Quieres saciarte, quieres saciarte de algo rico, y lo quieres ahora.



5. Ira
    Benditos accesos de ira. Son sublimes. Nada te saca tan de ti, nada te hace sentir tan vivo, tan lleno, tan pleno como una buena dosis de ira. Y cuando te falta....lo echas mucho en falta. Es la droga de los locos.
    Te transporta a sitios sublimes. Hervideros de hormonas, química corporal, te percatas de todo tu entorno. Consigues centrarte en una cosa, en esa cosa contra la que quieres desatar tu ira. Aquello que te provoca ese odio que florece en lo más profundo de tus entrañas y que arde como Las calderas de Pedro Botero. Mmmmmmm bendita sensación. Músculos en tensión extrema, pecho incendiado, mil pensamientos por segundo. La fuerza de mil bueyes recorre tu alma. Hecatombe. Y además luego acabas agotado y tienes sueño. !Todo ventajas¡
    Hay quien dice que no se consigue nada con la ira. Esos no saben lo que es la ira auténtica.

6. Amor
    Ay, el amor, el amor. Lo bonito que es el amor. Es casi tan bonito como el odio. Pero en versión light. Pero muy potente y poderoso también. Los hay osados que pueden vivir sin amar. Eso es mentira. Y de las gordas además. Es como el que dice que no odia nada. Mira Flanders con los beatniks.
    Puedes amar a tu mujer, a tu novia, a tus padres, a esa chica con la que llevas toda la vida pero sin llevar nada. Puedes amar el juego, la bebida, el riesgo, las pelis de acción, el balonmano, dormir la siesta, atracar bancos o lo que quieras. Pero hay que amar.
    Amar el riesgo mola. No risk, no game. Por que esos que dicen No risk, no glory son unos moñas. La gloria viene, no hay que buscarla. Lo que hay que buscar es la vida.



7. Orgullo
    El orgullo.... eterno compañero de fatigas y quebraderos de cabeza de más de uno. Y por muchos años. Este es el hijo al que quieres con locura pero que sabes que elegirá el camino más duro. El descanso del guerrero.
    De su mano entrarás en los mayores berenjenales que puedas imaginar. Entrarás en los pozos más hondos y saldrás de ellos picando con las manos desnudas. Pero saldrás. Lo peor de este viejo amigo es que tiene un sabor muy muy amargo. Tremendamente amargo. Pero hay gente que le gustan los sabores fuertes. El picante, el chocolate puro, el cocido...esas cositas. No tengas miedo. Serás fuerte.

Este es mi Seven particular. Los pecados que me llevarán a la tumba. Pero a tumba abierta que voy.

Pero claro, a los sentimientos hay que darles libertad, unleash the beast. Hay que entregarse a la vehemencia. Hay que vivir como si mañana fuese a ser tu último día. Gasta hoy, pero deja algo para tomar una caña mañana, que te ayudará a equilibrar el pH.



Esto es como cuando tu padre te dice que no le engañas a él, que te estás engañando a ti mismo. Pues del mismo palo. Si escondes y reprimes tus sentimientos, te hieres a ti mismo. Dales rienda suelta. Déjales galopar por los caminos de tierra y fuego.

Todos ellos jugarán la Champions League de los sentimientos. Son los grandes que te llevas del 2013. Son el Madiba de la prisión de tu cuerpo. Te liberarán del apartheid autoimpuesto.

Hagas lo que hagas, hazlo visceralmente.

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