...cuando ansías cabalgar a Pegaso hasta más allá de las columnas de Hércules

Si algo está claro de mí, es que me gusta el morapio. No cabe duda. Y que soy un poco historias.

Junta las dos y te queda un tipo que en el juego de las preguntas la lía parda y acaba contando la historia en lugar de responder con otra pregunta. Porque las historias son bonitas. Y porque a las historias hay que añadirles el punto de leyenda y mitología. Y porque no necesito juegos para beber.

Y lo más importante de todo, si te juzgan en plaza pública y te obligan a elegir entre dos mujeres...jamás elijas. Tienes que ser más ambiguo que nadie. Elegir sin elegir. Desechar sin desechar.

-Mikel, ¿a quién prefieres?¿a tal o a cual?

-A la más guapa de las dos

Aunque te apuñalen, nunca pierdas el estilo. Sigue bebiendo rozando la ataraxia y mantente firme. Pero ojo con hablar de la más bella. Posiblemente acabes encadenado como Andrómeda. Encadenado a la espera de que Perseo venga a librarte del pecado que no cometiste.

Y de noche rompes las cadenas. Amaneces a dos metros de tu posición original. En cuesta abajo. Con sed. Mucha sed. Y cansancio. Y recordando pequeños detalles de aparente genialidad. Y redefiniendo top.

Pero todo son risas hasta que te lo dicen. Te quierodio. Y tú solo quieres correr. Seguir corriendo. Tierra de por medio. Pies en polvorosa. Atracar un furgón blindado, hacerlo por tus compañeros, comprar un par de peluquines, operarte en el Brasil y volver convertido en mitología. Realmente te dan ganas de hacerlo. Tus piernas se tornan en llamas. Están preparadas para hacerlo. Tu mente está lista. Puede comenzar la huida, las evasivas, las miradas esquivas.

Entonces el golpe que te diste de niño aparece.

Llega el momento de ser Perseo. Te toca luchar contra contra las que convierten en piedra con mirar. Encuentra a las Hespérides y que te ayuden en tan tremenda empresa. Acaba con Medusa.

Si quieres dominar el mundo tendrás que empezar por las mujeres.

Así transcurren los veranos. Un cúmulo de despropósitos. La mayoría del tiempo atrapado en Costa Madrid. Sobreviviendo como se puede y esperando el momento de gloria.

Pero nada como unos días en el campo. Recordar en qué has invertido tanto tiempo. Olerlo. Oler cada uno de los árboles de tu alrededor. Sentir fluir el agua, el batir de los pájaros sobre las copas. El aire haciendo silbar cada brizna de hierba

Ver que la especie se perpetúa. Que el trabajo tiene sus frutos. Que al final la historia pone a cada uno en su lugar. Tumbarte mirando al cielo, ver bailar los árboles al son de la melodía del viento.

La gente no valora el ir descalzo. Sentir la tierra bajo tus pies. Lo he echado de menos.

Y claro, luego vas a La Nuit y se te va de las manos. Y guarreas como un guarro. Para luego nada. Son todas unas calientas.

Pd: Pero no todas están tan desequilibradas como piensas. La mayoría van un paso más allá.

Recomiendo victoria simple de los Cardinals, Red Sox -1.5 y un under de Colorado-Atlanta