Creo recordar que aquel profesor de filosofía bigotudo, extremadamente fascista, demagogo y lenguaraz que tuve en segundo de bachillerato fue quién me inculcó el valor de las generaciones.
Aquel hombre nos dijo que, para Ortega y Gasset, cada generación venía marcada por el hecho de vital importancia ocurrido 15 años antes y 15 después.
¿Y yo de qué carajo generación soy? Nací en el '88, en el '89 cae El Muro de Berlín, hecho de vital importancia que cambia vidas y conductas mundiales. Potoma en el 2001 caen las Torres Gemelas. Todo caídas.
Me han llamado de todo, que soy de la generación de los ninis, la generación maleducada y que no respeta los valores porque no conocimos el franquismo (reír cuando me decían eso me costó que más de una vez me llamaran antiespaña). De mí también se ha dicho que soy un pésimo ejemplo de persona, mala gente, peor scout, maleducado, irreverente, alcohólico y mil tontadas más que entre poco y nada me importan.
Nada que no vaticinaran mis profesores de primaria cuando me tachaban de árbol torcido que nunca se enderezará. El que me llamaba eso era Antonio, un tipo, que parecía que le habían cortado las piernas a la altura de las rodillas, dada su escasa talla. También tiraba de las patillas siempre que tenía oportunidad, y he de reconocer que yo le di bastantes, aunque otras muchas fueron de regalito. Me gustaría verle ahora e incitarle a que me tire de la patillas, a ver si llega... No obstante, magnánimo en la victoria y en la derrota, desde aquí le felicito en este nuestro día, San Antonio de Padua, patrón de las causas perdidas...que ni pintao, vaya.
El caso, que hoy le voy a dar motivos más que de sobra para que digan eso y más. Me la enrufa very hardly. Hasta las 11 aproximadamente solo tenía un motivo para liarme, pero a eso de las 11 me han llegado 600 motivos más para perpetrar mis fechorías bajo el amparo de la noche.
Así es mi generación. No necesitamos motivos para salir a celebrar, pero si no dan motivos desde luego que los aprovecharemos. Pero que nadie se confunda, no soy igual que cualquier iletrado de mi generación que te encuentres por la calle. Sé leer y escribir sin dificultad, algún día acabaré mi carrera bilingüe, no llevo gorra y aún conservo todos los dientes (menos los extirpados quirúrgicamente, pero eso es otra historia, ya la contaré otro día)
Ve despacito, la belleza destruye.
Siempre me he considerado más de la generación X que de cualquier otro lugar. Esa abulia total por la vida y todo su entorno y solo querer disfrutar mientras se pueda...muy toska todo, la verdad.
El enano aquel de Antonio me suspendió todos los exámenes de flauta que hice, me amenazó con que nunca sería un flautista de renombre...imagínate....decirle eso a un niño de 9 años...risotada en su cara y tirón de patilla. Ole.
Soy de finales de los '80. Lo último del pasado. Generación no regret. Aunque antes o depués todos nos arrepentimos de algo. Mi arrepentimiento mayor es haber sido un mierdas. Un acelga como un piano de cola. No haber marcado mi territorio en su tiempo y atar en corto, y así se habría evitado una fuga a La Isla Esmeralda. Jodidos leprechauns, tan graciosos, tan ebrios, tan gruñones.
Con lamentos no se consigue nada, no soy como toda la generación X que está todo el día lloriqueando y regocijándose en la mierda profunda que dicen es la vida y mimimi momomo. Yo salgo a la calle a ver qué me encuentro.
Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, simplemente ocurría.
George Best
El beber no es la respuesta, simplemente te ayuda a olvidar cual es la pregunta. Eso nunca está de más. Y lo bueno que tiene es que al día siguiente estás tan concentrado en únicamente la supervivencia que olvidas todo lo demás.
En definitiva, todo historias del rap. Lo importante, esta noche me cojo un ciego como para vender cupones. Cupones de ayer martes.
Se dice que esta fue la canción que inspiró la nota de suicidio de Kurt Cobain. Mejor arder que apagarse lentamente.
Me piro a felicitar al patriarca.
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