La elegancia hace hombres.
La elegancia es hacer/vestir/actuar totalmente distinto a los demás pero que parezca que lo haces igual que los demás. No es algo fácil, pero si tremendamente placentero.
Una sonrisa de la chica más guapa de la fiesta rara vez significa algo, pero sería un absurdo no prestarle la atención que merece.
Todo empezó en una cena de equipo, una cena de esas en las que se bebe más que se come. Así fue. Bebimos como si lo fueran a prohibir. Las palabras nos resbalaban, nuestros corazones estaban tan a fuego como el ocaso. Decidimos ir a por los dragones. Ese chupito nos dio el fuego interior que nos faltaba.
Sinceramente, en aquella fiesta en aquel antro esperaba encontrarme a más gachises, pero no todo puede ser.
Solo las femmes fatales conocen el secreto para encandilar a los hombres. Y ninguna lo va a rebelar nunca. Lo que también saben es que para estar guapa hay que sufrir. Una sonrisa, un parpadeo y unas palabras bonitas cuando aún te dueles....es lo más atractivo, sexy y elegante que jamás habrá visto el hombre.
Estábamos on fire, teníamos ganas de bailoteo y cebolleteo. Así que nos dirigimos a aquel guariche del cual ni recuerdo el nombre. Pequeño, muy pequeño, oscuro, a rebosar de gente, mucha niña mona, había tortilla y brownie...pero del nombre nanai.
Pues allí estaba ella. Guapísima. Decidí que era mi noche, era su James Bond. Aún sabía hablar, me mantenía en pie, llevaba una camisa bonita, olía a Varon Dandy y me sentía elegante.
Grandes femmes fatales se han conocido en la historia. Desde María Antonieta de Austria, Mata Hari o Dalila. Hubiera dejado torturarme por conocer a una de ellas. Si no hubiese conocido a las mías propias.
No ocultes tus cicatrices, ellas te hacen ser quien eres.
Frank Sinatra.
Quizá el consejo de elegancia más valioso de todos. No hay que olvidar quien eres, ni mucho menos intentar ocultarlo. Amén del otro consejo más valioso. De noche se va de oscuro. Y nunca de marrón.
La vi juguetona y receptiva. Era mi noche, no podía ser otra. Todo estaba de mi parte. No todo en realidad. Bastante poco de hecho.
Tras rondar y rondar me decidí a entrar. Meter boca a cholón. Ocurrió lo que tenía que ocurrir.
Primer intento.
Uyyyyyyyyyyyyyy
Ahí seguía yo. Dale que dale, me creía Bobby Fischer, tenía la jugada perfecta. Estaba al alcance de mi mano y lo conseguiría. A cualquier precio.
Segundo intento
Uyyyyyyyyyyyyyy
La elegancia se desvanecía, Frank Sinatra se retorcía en su tumba viendo como caía y caía. El ridículo era ya insalvable, aparentemente, pero no todo estaba perdido. En mi interior quedaba la chispa capaz de encender cualquier fuego. Me sabía capaz, me sabía presionado, las miradas se centraron en mi. Cientos de esperanzas depositadas en mi.
El honor in game. Era el momento de ser un aspirante a aspirante más o dar el salto a la leyenda.
Tercer intento
Uyyyyyyyyyyyyyyy
No. Uyyyyyyy los cojones, cojones.
El honor decidió manifestarse y, como muchos años antes aprendí con El libro de las tierras vírgenes, ante las cobras, Rikki-tikki Tavi, mordía. Ningún G.I. Joe se libra de Cobra, pero al final los malos siempre pierden.
A ello fui. Fui negado por tres veces, como San Pedro a Cristo. No habría una cuarta.
Mordí. Mordí en ese moflete. Un mordisco bien dado, firme pero con cariño. Mis intenciones habían quedado claras.
Tras el semejante acto de heroísmo y liberación masculina ante la tiranía de los estrógenos, extasiado tras el titánico esfuerzo, al borde de caer deshidratado tras la charla vana, no me quedó otra que volver al calor de mis compañeros de equipo y pedir una copa. Un campanazo. El campanazo de consolación.
Les había decepcionado, pero somos una familia, nos apoyamos en todo. Todos hemos sido víctimas e incluso algunos hemos llegado a ser verdugos. Sabemos como va la cosa. Nos aceptamos tal y como somos.
Más gracioso aún fue a la mañana siguiente cuando tenía salida al monte, me quedo dormido, si, nunca aprendo, me meto a la cama para una hora y siempre pasa igual, con los billetes de 60 personas, me levanto, ebrio aún, ebrio como una puta en Las Vegas, ebrio como Ernesto de Hannover, y veo las caras de mis compañeros de unidad. Caras inquisidoras, caras de risa, de descojone.
Bah, que me quiten lo vainao
PD: el pick recomendado de hoy es victoria de SAS @3.15. Es una cuota con un value cojonudo. A Spurs no les importa donde jugar. Hacen lo que tienen que hacer.
PD: el pick recomendado de hoy es victoria de SAS @3.15. Es una cuota con un value cojonudo. A Spurs no les importa donde jugar. Hacen lo que tienen que hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario