Todo ha sido bastante raro, la verdad. Bastante de película. De serie más bien.
Ves a una pareja, chico y chica, dejan el coche en medio de la carretera con dos pelotos. De entre veintitantos y treintaipocos. Un Megane de matrícula común y color sobrio. Ella llevaba una mochilita de estas de lona, mallas, camiseta ceñida. Estaba rica. Él llevaba una mariconera, estaba cachitas.
Desde la primera vez que la vi sabía que sería perfecta para mí. Rubia, delgada, preciosa, capaz de volver loco a cualquiera... De hecho...se parece bastante a esa que cada vez que veo juro en hebreo por tuitel lo guapa que es. Carrie Mathison. Like a fokin regadera. Like my fokin regadera.
Pintaba clarísimo que eran secretas. Pintaba clarisísimo. Y no nos han parado porque nos han visto toa la cara de cerveceros. Y así era. Only litros.
Pero la cosa se ha empezado a torcer cuando se han bajado del coche dos morunas, con su burka o como tenga que llamarse. Dos morunas que se han bajado del coche de los secretas.
Ella daba vueltas, se paseaba por delante de nosotros, quería saberse deseada por nosotros. Saber que aún tiene el toque a pesar de ser de las fuerzas del orden. Él daba vueltas de aquí a allá corriendo como un gamo.
Algo demodé que nunca estuvo modé
Seguíamos a lo nuestro, de litreo y risoteo. Sabíamos que antes o después vendrían a hacer sus pesquisas con nosotros. Documentación, se vacíen los bolsillos, antecendentes, sustancias comprometedoras. Nah, ahí estábamos.
Hasta que no apareciera el envejecido Iñigo Montoya reencarnado en Berenson no estaríamos contentos.
Sabía que ella era para mí. Carrie es perfecta. Locagonista, paranoica, meticulosa, sexy, tremendamente atractiva y cautivadora. Tesón, pasión, tensión. Si fuese real, sería la definitiva.
Pintaba tercera temporada. Clarísimamente. Estaba con el tío que durante meses y meses me recomendó hasta la saciedad el ver esa serie. Teníamos palomitas y cerveza. Buena noche. Pintaba tercera temporada.
Mientras tanto, el cachitas seguía dando vueltas corriendo de lado a lado. La morenaza de las mallitas seguía paseando ante nuestros ojos, y las morunas interrogaban a unos fumapistos. Al reunirse todos en el coche tirao en medio de la calle y escucharles hablar en inglés, todo estaba muchísimo más claro.
La puta CIA. La CIA en nuestro hood. La cosa se estaba poniendo feísima, muy fea de hecho.
Esos zerdos están matando la vida en el ghetto.
La curosidad nos estaba destrozando por dentro. No sabíamos cuándo iba a aparecer ella. Sabíamos que en algún momento Carrie aparecería. Tenía que ser así. No podía ser de otra manera. Ella lo sabía, nosotros lo sabíamos, así tenía que ser.
Desesperados y carcomidos por la intriga, el desconocimiento y la angustia de saber que todo podía torcerse....acudimos a los fumapistos. Era necesario calmar esa angustia al precio que fuese necesario. Teníamos que parar ese dolor del alma.
Una vieja loca del hood le había robado el móvil a una de las morunas. Los fumapistos disiparon toda duda y nos dejaron hundidos. Carrie no iba a venir nunca. No era un rodaje de Homeland. No eran de la CIA. No eran secretas. Las mallas y la camiseta ceñida ya no quedaban tan bien. El coche no parecía para tanto. Él no estaba tan fuerte.
Daba igual. Nuestra historia está en marcha. Estamos en contra de la bofia y los fumapistos. Somos nuestro propio bando. Somos de La Banda della Magliana. La banda del hood. No necesitamos a nadie para vivir, solo a esos fokin chinks que nos surtan de avituallamiento.
Mi recomendación para esta noche es un SAS -1'5 que puede ser combinado con un UNDER de SF-ATL
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